En el caso de los gatos en particular, ¿les gusta que los vistamos? En los gatos, a diferencia de los perros, vestirlos puede no ser una práctica tan sencilla. Ellos valoran mucho su independencia y autonomía y se mostrarán incómodos ante cualquier cosa que les moleste.
Esto se debe a que los gatos suelen ser más reacios a llevar cualquier prenda, ya que gran parte del día están lamiéndose el pelaje para limpiarlo, algo que no podrían hacer estando vestidos, entre otros motivos que le generan grandes cantidades de estrés y ansiedad.
Síntomas de estrés en gatos
El estrés en gatos puede manifestarse de diversas maneras y reconocer sus señales es crucial para asegurar su bienestar, te contamos alguno de ellos:
- Cambios en el comportamiento: Pueden volverse más agresivos, ansiosos o retraídos.
- Alteraciones en el apetito: Pueden comer menos o más de lo habitual, o incluso mostrar desinterés por la comida.
- Cambios en los hábitos de higiene: Pueden acicalarse en exceso o, por el contrario, dejar de hacerlo, lo que puede llevar a un pelaje descuidado.
- Eliminación inapropiada: Pueden empezar a orinar o defecar fuera de su caja de arena.
- Vocalizaciones inusuales: Pueden maullar más de lo normal o hacer otros sonidos que no suelen emitir.
- Comportamiento destructivo: Masticar objetos o rasgar muebles puede ser una forma de expresar estrés.
- Esconderse: Pueden buscar lugares donde ocultarse y evitar el contacto con las personas u otros animales.
- Cambios en el sueño: Pueden dormir más de lo habitual o mostrar insomnio.
- Temblor o tics: Pueden mostrar temblores o movimientos repetitivos nerviosos.
¿Cuándo está bien vestir a mi gato?
De esta manera, incluso cuando pueda ser conveniente el uso de ropa, debemos tener en cuenta que esta cumpla con las siguientes características:
- La prenda debe cubrir desde el cuello hasta el lomo y llegar al comienzo de la cola.
- Los tejidos deben ser cómodos, sin costuras, del talle adecuado, no muy apretados.
- Que sean de materiales hipoalergénicos.
- No limiten sus movimientos.
- Elegir prendas prácticas y útiles.
- Prendas que cumplan su función, es decir, que protejan de la lluvia y/o del frío
